Tres pasos para salvarte de un infarto
Monitorea tus signos vitales y detecta los síntomas de paro cardíaco
Las nuevas tecnologías nos permiten ampliar nuestros conocimientos, estimular nuestra creatividad, así como mejorar nuestra comunicación con los demás; pero sobre todo, nos cuidan y nos protegen a diario.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “las tecnologías innovadoras tienen enormes posibilidades de aumentar el bienestar humano”, ya que su naturaleza portable nos permite tenerlas siempre a nuestro alcance.
Hoy más que nunca, y después de un año y medio de pandemia, la tecnología es sin duda nuestra mejor aliada para combatir a la Covid-19 de las maneras más diferentes y creativas. Como las mascarillas inteligentes que purifican el aire que respiramos, o los termómetros que permiten tomar la temperatura a más de 200 personas en menos de un minuto.
Pese a todo, no podemos olvidar que hay otras enfermedades, que ya existían y, que con el coronavirus se han agravado. Como es el caso de la diabetes, la fibrilación auricular o la insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca
La complicación de algunas enfermedades a raíz de la llegada de la Covid-19 ha provocado que, por miedo, muchos pacientes no fueran a los centros sanitarios para evitar contagiarse del coronavirus.
Según una investigación realizada durante la primera semana del confinamiento y liderada por el cardiólogo Oriol Rodríguez, del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, “el consejo que se daba a la población era el de que, a no ser que se encontrasen realmente mal, evitasen ir a Urgencias porque los hospitales estaban colapsados”.
A esta recomendación se le suman los propios efectos de la Covid-19, además del colapso hospitalario, fenómenos que eclipsaron el resto de enfermedades y que causaron que “el número de muertes hospitalarias por infarto agudo de miocardio aumentara un 50%”, entre 2019 y 2020, según el estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
La insuficiencia cardíaca puede manifestarse en un infarto de miocardio y entre sus síntomas están el dolor de pecho o brazo, las nauseas, ardor de estómago, la falta de aire y los mareos repentinos. Para sobrevivir a un infarto, los primeros 45 minutos son los más importantes, no obstante muchas personas no reconocen realmente lo que ocurre y no llaman al número de emergencias. Por ello, expertos en la materia, han realizado una investigación para encontrar la solución a este problema tan común y que causa al año 50.000 muertes, solo en España
El wearable para pacientes de alto riesgo
La solución se llama COPCAR (Control de Pacientes de Alto Riesgo) y se trata de un wearable que lee tu actividad cardíaca las 24h del día. Esta prenda textil está conectada con tu smartphone y envía los avisos al centro de control cuando detecta anomalías cardiopulmonares.
El dispositivo es español y ha sido desarrollado por un equipo de investigación murciano a cargo de Tomás Vicente, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Reina Sofía de Murcia, junto al ingeniero de sistemas experto en telemedicina Carlos Jiménez.

¿Cómo funciona?
Es muy sencillo. En tan solo tres pasos COPCAR es capaz de detectar un amplio rango de cardiopatías; como la arritmia, la angina de pecho o el infarto cardíaco.
- Primero de todo, colocar en el pecho el dispositivo, denominado “MIDER”. Quien se encarga de registrar y enviar las señales al móvil vía Bluetooth.
- El segundo es conectar la app del smartphone a MIDER para poder recibir y analizar esta frecuencia cardíaca en tiempo real.
- La app interpretará estos datos y en el caso de detectar algún problema se pondrá en contacto con el centro de datos que interpreta la actividad cardíaca.
MIDER cuenta con un sistema de monitorización ECG y ha sido diseñado para aquellas personas con problemas cardiovasculares. Cuando la app percibe esta señal, la analiza y detecta la anomalía, lanza una alerta al Centro de Recogida de Señales donde el equipo de especialistas evalúa los síntomas y avisa al paciente, familiares y a los servicios de emergencia cercanos; con toda la información que ha recogido como la gravedad del usuario.

Actúa 2h más rápido
Pese a que se sigue trabajando para su mejora, nos encontramos con un wearable cuya función principal es la de salvar vidas, reduciendo de 139 minutos – la media que suele tardar un paciente en recibir atención médica desde que sufre un episodio cardíaco-, a solo 17 minutos en ámbitos urbanos.