Un wearable para entender el lenguaje de signos

Los wearables son más que un entretenimiento. Para muchas personas los avances en tecnología portable suponen una verdadera mejora de sus condiciones vitales. Los dispositivos vestibles se convierten en accesorios fundamentales para aquellas personas que deben de hacer un esfuerzo extra por adaptarse a una sociedad poco preparada para sus condiciones físicas. Nos referimos a los gadgets creados para hacer del mundo un lugar más accesible para las personas con diversidad funcional.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de la población mundial padece algún tipo de discapacidad. Una de las deficiencias físicas más extendida es la sordera, sufrida por 72 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Federación Mundial de Sordos.

Hace poco hablábamos del bastón inteligente WeWalk, para personas invidentes, que concentra toda la tecnología de un smartphone en esta sencilla y fundamental herramienta. Hoy abordamos lo último en tecnología portable para personas con deficiencia auditiva.

Un traductor automático del lenguaje de signos

El desarrollo y la regularización de la lengua de signos ha sido un verdadero paso adelante a favor de la inclusión de las personas sordas. La comunicación con el entorno es fundamental para la supervivencia y el bienestar de cualquier ser vivo. No obstante, el lenguaje de signos presenta un problema fundamental, y es que solo una pequeña parte de la población domina su uso. Esto genera serias dificultades para las personas con discapacidad auditiva, ya que esta falta de contacto y comunicación puede devenir en situaciones de aislamiento, marginación y desigualdad. Además, a raíz del uso obligatorio de la mascarilla debido a la crisis sanitaria, las personas sordas se encuentran con una nueva barrera que les impide leer los labios y entender a sus interlocutores.

Para superar estas barreras comunicativas, investigadores de la Universidad de California, han desarrollado un guante inteligente que traduce de manera automática el lenguaje de signos. Aunque existen otros inventos predecesores del sector, sin duda este es el más interesante.

Se trata de un prototipo de un sencillo mecanismo. El guante está compuesto por diversos cables envueltos en poliéster que recogen y registra los movimientos de la mano. El procesador, ubicado en el dorso, asigna los movimientos a la información sobre los diferentes signos. Una vez reconocido el signo esta información es enviada a la aplicación móvil a través del Bluetooth, donde se reproducirá la palabra asociada a ese signo. Según los propios investigadores, el guante tienen una precisión de un 98,63 %. Además, todo el proceso se produce en tiempo real en menos de un segundo.