Wearables para la piel: los tatuajes electrónicos

Los tatuajes biométricos, el siguiente nivel de la tecnología portable

Cuando hablamos de wearables no nos referimos únicamente a accesorios de quinta y pon, la tecnología portable tiene infinidad de aplicaciones, usos y formas; incluso pudiendo formar parte de nuestra propia piel. Nos referimos de los tatuajes electrónicos, un incipiente mercado con casi 15 años de vida y que se inició de la mano de la empresa holandesa Philips en 2007; año que presentó la versión que cambiaba de color dependiendo del estado de ánimo del usuario gracias al uso de sensores.

No obstante, el concepto de tatuaje electrónico tal y como lo entendemos hoy en día llegó con la empresa Chaotic Moon, quien utilizo la tinta como canal conductor de electricidad y transmisor de información. Además este modelo contaba con un pequeño procesador, que avisaba a la persona usuaria de cualquier anomalía en los patrones a través de una pequeña luz Led. El tatuaje estaba conectado a un ordenador donde se almacenaba información sobre el estado de salud, las constantes vitales, el rendimiento durante las sesiones de entrenamiento y la localización.

Del pasado al presente y con vistas al futuro, hoy el tatuaje electrónico es una realidad. Este tipo de wearables son conocidos como Tech Tats, término acuñado por la misma Chaotic Moon. Tan fáciles de colocar en la piel como los clásicos tatuajes temporales, gracias a la tinta electroconductora, permite procesar la información en tiempo real. Desde la compañía aseguran que “en un futuro el usuario podría adquirir su Tech Tat totalmente personalizado y preconfigurado con las funciones deseadas”.

Los tatuajes electrónicos no solo despiertan el interés de esta compañía norte americana, el sector de la investigación tecnológica también han contribuido con grandes avances.

Recientemente, investigadores de la Universidad de Missouri han desarrollado una versión de este wearable capaz de realizar análisis biométricos (control de la temperatura, noveles de glucosa, pH de la piel, etc.), utilizando simplemente un lápiz y un papel. El grafito del lápiz -material con propiedades eléctricas-, es utilizado como sensor electrodo por donde hacer circular la información; mientras que el papel funciona como soporte flexible.

Por otro lado, la un grupo de ingenieros de la Universidad de Duke investigan sobre la posibilidad de imprimir tatuajes electrónicos directamente sobre la piel, mediante el uso de una nueva tinta formada por nanocables de plata capaces de transportar la información sin necesidad de ningún elemento adicional. El desarrollo de este modelo de tatuaje facilita, en gran medida, el proceso de implementación del dispositivo, ya que para su aplicación sobre el cuerpo solo hace falta una sencilla impresora de aerosol; evitando así el largo proceso de calentamiento, lavado y recubrimiento de materiales.